BAR LA RIBERA "mejor imposible"
Hay un lugar, bar La Ribera en la calle Fernando Gómez Regueral, número 8 de León, que rompe con todo lo establecido en los manuales del marketing, que los desafía y se ríe de lo dicho en ellos. Su caso podría ser digno candidato a estudio por las escuelas de estudios empresariales del mundo.
Cuando entras en él, a parte de sentirte extra de los Alcántara, rejuveneces y sientes una sensación de normalidad y bienestar acojonantes. Su decoración te hace retroceder en el tiempo y el espacio. Su ambiente es una mezcla de estratos sociales, lo pijo se mezcla con lo menos fino, lo Choni con lo cool, y todo resulta. Sus dueños, el amigo Roberto and family, son piezas fundamentales e imprescindibles de este espacio, y encajan a la perfección en él. Ellos lo convierten en todo lo que es. En su naturalidad radica su éxito y la clave de su triunfo. Roberto es el prototipo de hincha sano del Atlético de Madrid, del hostelero bonachón y buen tío, lo acompañan su mujer en la cocina, su hijo, y una pieza clave en la barra, el cuñao. Qué sería de esa barra sin la figura del cuñao, ese hombre al que da igual pedirle un butano qué setenta y cinco consumiciones distintas, su cara y su respuesta siempre son la misma, y su velocidad de servicio, también. Todo un crack.
Otro de los aciertos de este templo a la naturalidad hostelera, son sus tapas. Las patatas son imprescindibles, con un vino te ponen patatas para un legión romana. Buenísimas solas o con las salsas que tienen preparadas. Pero no sólo están buenas las patatas, los mejillones con su salsita, en la qué mojas hasta el móvil, casi ridiculizan a los preparados a pie de batea en las Galicias, sus callos, champiñones, calamares.
En definitiva amigos, un bar recomendable, obligatorio, para estudio por todos aquellos candidatos a hosteleros. Un lugar que nos demuestra que para triunfar en el mundo de la hostelería, no hace falta gastarse una pasta en decoraciones increíbles y camareros espectaculares. Que con una mesa, cuatro sillas, el clásico ventilador de aspas, la botella de Soberano, el grifo de la cerveza y una barra, puede ser suficiente. La clave está en ejercer de lo que uno es, hostelero, mesonero o como queramos llamarlo, y todo ello hacerlo de forma natural, cercana y sin aspavientos. Y fundamental, si pones una tapa, que esté bien realizada. Si además la pones abundante, en nuestro León te encumbras. Un sitio súper recomendable, para picar en plan sencillo, por poco dinero y con una relación calidad-precio increíble e insuperable. Os lo recomendamos a esos pocos que no lo conocéis, y a los que lo frecuentáis , no dejéis de hacerlo, es el justo reconocimiento al trabajo bien hecho.
Esperamos vuestros comentarios.
Sirius&Pichón
El bar de toda la vida. Me gusta y coincido con Sirius&Pichón.
ResponderEliminarRecomendación: pasad un día por la Bicha...Jajaja
ResponderEliminarAyer pasamos por la Ribera y estaba a tope, y todo El Cid. Me encanta León así
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