jueves, 26 de febrero de 2015

Whitney Houston que estás en los cielos

Hablando estos días de cine y música, me gustaría dedicarle una entrada a una mujer especial para mi, a una mujer con una voz tan increíble que durante su carrera cosechó éxitos y vendió discos como pocas divas de la música. La reina indiscutible del Soul pop de finales de los ochenta y década de los noventa, hablo de Whitney Houston.


Una mujer que durante su agitada vida en todos los aspectos tanto personales como profesionales, sufrió golpes de todo tipo. Se casó con el también cantante Boby Brown, con el que además de tener una hija, vivió una de las etapas más oscuras de su vida. Recibió amenazas e intentos de extorsión por parte de seguidores lunáticos, que la perseguían y acosaban, exigiéndola en algunos casos dinero a cambio de no contar datos sobre su vida privada.

O sea, un fiel reflejo de lo que vimos en el Guardaespaldas. Película que si tuvisteis la ocasión de ver, observaríais que en la interpretación de Whitney existía una vulnerabilidad que sobrecogía, que traspasaba las cámaras.


Con esta película que protagonizó junto a Kevin Costner alcanzó la gloria hollywoodiense, a la vez comenzaba su andadura por el agujero de las drogas.

Un 11 de febrero en un hotel de Beverly Hills, fallecía a la edad de 48 años, sumergida en la bañera de su habitación. Esa noche iba a participar en una fiesta de los Grammy, pero no pudo ser. El alcohol, las drogas y el fracaso de su eterno deseo de salir adelante acabaron con la madre de todos los vozarrones.
Como os he dicho sentí la muerte de esta genial artista como sentí la de Michael Jackson, otro grande. Quien no se ha emocionado, cantado o incluso bailado temas como: “How Will I Knov”, “I Will Always Love You”, “I Wanna Dance With Somebody”, “I’m Your Baby Tonigh”, “I’m Every Woman” o “ It’s Not Right it’s Okay”. Temas que la convirtieron en una maquina de vender discos, en la mejor voz de su generación. Sus cualidades vocales y su imagen amable la santificaron. Muchos caímos rendidos ante sus canciones, su delicadeza e intensidad.
El mismísimo Patrick Bateman en American Psycho, ante de pasar por la motosierra a dos hermosas visitas, en uno de los pocas momentos de lucidez que tuvo y mientras sonaba Whitney Houston confesaba: “It’s hard to choose a favorite among so many great tracks, but “The Greatest Love of All” is one of the best, most powerful songs ever written about self-preservation, dignity. It’s universal message crosses all boundaries and instills one with the hope that it’s not too late to better ourselves”.

Ahora, tres años después la historia se repite como si de una maldición Metro-Goldwyn-Mayer se tratase. Bobbi Kristina Brown la única hija de la cantante se encuentra en un coma inducido desde el pasado 31 de enero cuando fue hallada boca abajo e inconsciente en la bañera de su casa. Una niña que como su madre contaba con una voz prodigiosa, una niña que lo tuvo todo, y que a la vista de como ha terminado sus días, no tuvo nada, en todo caso una familia desestructurada y poca suerte. Vivía con su novio que la ha llevado por el mismo camino oscuro que Boby Brown llevó a su madre, a la vista de lo que están determinando las investigaciones sobre el suceso de su accidente. Y por si esto fuera poco, además el citado es su hermano de acogida, huérfano y criado por su madre desde muy pequeño.

Tanto Bobby como su madre han sido dos muñecas rotas por el peso de la fama. 
Ambas forman parte de esa lista de famosos a los que el éxito, dinero y la fama les han llevado al desequilibrio. Muchos han caminado por la difusa frontera que delimita la cordura, la psicodelia, el hedonismo y la depresión. En la entrada de los Oscar os hablaba del fantasma de la frustración y el desencanto que sobrevuela Hollywood, residencia de egos desmedidos, de personajes con una visón distorsionado de la realidad, incapaces muchas veces de discernir entre lo real y lo imaginario, los amigos de los enemigos. Confusión y sueño que a Dinio le perdía, a Goya le producía monstruos y a Warhol le hacia soñar que era una máquina. Y para luchar contra ello, lo fácil es recurrir al consumo de sustancias que de forma alucinógena conviertan ese monstruo en un ser agradable y más real. Sin darse cuenta de que el precio por esta realidad ficticia, es demasiado alto.

Amiga Whitney, espero que allá donde estés por fin hayas encontrado a ese alguien que como decías en tu canción “The Greatest Love of All”  te llene, arrope y acompañe hacia el lugar con el que has estado soñando.  Ese es el amor más grande de todos.

Sirius&Pichón

                                         

miércoles, 25 de febrero de 2015

And the Oscar goes to...

Hace poco tocaron los Goya , hoy tocan los Oscars. Se celebró la 87 edición en el teatro Dolby. ¡Mira que le gustan los nombrecitos  anglosajones a estos americanos!.  Otro año más se desenroscó la alfombra roja de color rosa por la que desfilan las estrellas más deslumbrantes del panorama cinematográfico del momento.


Como siempre, mucho modelito en todos los colores y estilos, en este paseíllo son los diseñadores quienes hacen la gala. Muy discretas todas ellas, con apenas escotes y transparencias. La mayoría se repiten más que el estribillo las Ketchup. En el caso de alguna, es más fácil adivinar el vestido que lucirá que el resultado de una encuesta de 13 Tv. Por ejemplo,  Jeniffer López o JLo para las amigas, una vez más repitió con su escote en V.  El día que a esta chica la veamos con un jersey de cuello vuelto, la ingresan y dedican una película. ¡Qué obsesión por enseñar!. El punto de originalidad lo puso la siempre discreta Lady Gaga que con las prisas salió de casa con los guantes de fregar los platos. Ellas volvieron a cabrearse cuando las preguntaban por sus modelazos, cosa que no entiendo, el año que viene que se presenten con un vestido de la firma “2 x 25 euros”  y verán como nos las preguntan ni la hora. 


Este año la gala como en los Goya tuvo su momento “ reivindica”, protagonizado por Patricia Arquette , exigiendo para las estrellas femeninas los mismos salarios que tienen sus colegas masculinos, aquí no se habló de subvenciones. El realizador se cuidó mucho de no pillar plano de la zona de productores, en la que el escojono era el protagonista.

Ausencias destacadas han sido las de Maléfica Jolie y su esposo Pitt el Hermoso, tampoco estaba George Clooney que desde que se casó, el hombre tiene menos vida social que un Cartujo. Y ya más mortales,  Penélope Cruz, su esposo, Antonio Banderas y nuestra bella e internacional Elsa Pataky, centrada en el cuidado de su Thor y Thorines.

En cuanto al tema premios, de las películas  galardonadas tengo que confesar que no he visto ninguna. La clara ganadora de la noche es una crítica a la industria del cine, una cinta que reflexiona sobre el ego y las frustraciones. Problemas muy poco frecuentes dentro del mundo del espectáculo, y sobre todo en Hollywood, donde ambos son tan famosos que cuentan con su propia estrella en el Paseo de la Fama. Y para dirigir una cinta de temática tan poco hollywoodiense que mejor que un director de raza y con dos tacos,  el mexicano  Iñárritu. Y ya para rematar la gesta, el protagonista es un individuo como Michael Keaton, actor que representa a la perfección lo que representa en la ficción, un ser incapaz de distinguir entre personaje y persona, realidad o ficción. 



La ceremonia tuvo sus momentos divertidos cuando el presentador Neil Harris se presentó en gayumbos, por cierto horrorosos. Cantó e hizo alguna que otra gilipollez muy americana, me gustó más la espontaneidad de nuestro Dani Rovira que por cierto, también se quedó en gayumbos. Si os toca chicos presentar cualquier evento musical, gastronómico o sexual, si no os hacéis un “gayumbos”, no sois nadie. Pero por favor, escoged bien el modelo y libre de palomino.

Precioso el  momentazo que protagonizaron Common y John Legend interpretando el tema Glory, con el que lloraron desde los académicos, al mismísimo Oscar, pasando por Oprah Winfrey, Chris Pine, el acomodador, así como el pobre David Oyelowo que no había llorado tanto desde que fue elegido monaguillo del mes en su parroquia de la ciudad inglesa de Oxford. He de reconocer que yo me tengo prohibido escuchar un tema del señor Legend porque me provoca lo mismo.  Al final el tema  Glory consiguió el Oscar a la mejor canción.

Un momento que me gustó fue el protagonizado por Lady Gaga homenajeando el 50 aniversario de “Sonrisas y Lágrimas”, estuvo realmente espectacular interpretando temas como Edelweiss y The Sound of Music. Acojonao me tiene esta mujer, veo una transformación en ella que me preocupa. Ha pasado del vestido chuleta poco hecha al vestido de volantes a lo Mary Poppins. La veo ocupando el papel de Hanna Montana, hoy Miley Cyrus, y protagonizando películas Disney.

Y de esta gala poco más que destacar, una gala reivindicativa y psicológica.  ¿Por qué digo esto? Fijaos en la temática de las cintas, el ego, las frustraciones, el maltrato educativo, el Alzheimer, la Esclerosis lateral amiotrófica, el racismo, la igualdad de salarios, no me digáis que no parece el cartel de un Congreso de Neuro-Psiquiatría.
El postureo, genuino y de los de verdad, se nota la profesionalidad y más natural que en los Goya. Alguno estuvo  sobrepasao como  John Travolta, protagonista de un momento extraño con Scarlett Johansson ¡¡increíble en su vestido verde!!.
Y otro que da miedo es Sean Penn, que con su pregunta al anunciar la victoria de Birdman -“¿Quién le dio a este hijo de puta la tarjeta de residencia?”- dejó petao al respetable. Iñárritu y él para demostrar su buen rollo coleguitas, se fundieron en un abrazo, mientras que de forma cariñosa se llamaban pendejo, hijo de puta y medio metro.

Como anécdota cutre, la protagonizada por la mundialmente conocida como Sonia Monroy, estrella de taquillazos como Rupert, Torrente 4 y Atómica.
La diva ataviada con una bandera española, un florón gigante rojo en la cabeza y un encaje muestra-pechos, intento colarnos su participación en la gala de los Oscar.  No sabemos si por su atuendo o por el entrevistador, primo segundo de Arlequín y novio de Tamara Seisdedos, el caso es que su montaje resultó menos creíble que una declaración de arrepentimiento de Bárcenas.La pobrecita consiguió ser “ Gilipolling Topic” de la noche, pero del día anterior a la Gala. De todos modos, y hablando de cine, esta chica hizo lo que dijo Oscar Wilde “Sé tú mismo, los demás papeles ya están cogidos”, y de eso hizo, de ella misma.

Sirius&Pichón



jueves, 19 de febrero de 2015

Con 8 basta

Aprovechando el tirón de los Goya me gustaría haceros una confesión. Han pasado unos meses desde el hecho y no he encontrado el momento ni he tenido el valor, el miedo a la marca social, al dedo apuntador en el trabajo, gimnasio o centro comercial, han podido conmigo. He sentido la presión de lo diferente, de lo raro, lo friki. Se lo he dicho a algún allegado y sus comentarios han sido de lo más alentadores: ¡¡Ostras tío!!...míratelo...¡¡Qué fuerte!!...Alguno me ha confesado que él también sintió lo mismo, pero por vergüenza social, familiar y laboral ha preferido no hacerlo público.  Lo va sobrellevando como yo, para esto no hay Hemoales ni Flatoriles, te tienes que buscar la vida a base de remedios caseros como el Pacharán en vaso tubo o el Volvone light.
Pero yo no aguanto más y hoy he decidido confesarlo. Refugiado en el anonimato que me da este blog, romperé el secreto: vi Ocho apellidos vascos y, no me gustó ni provocó risa alguna.

¡¡Joder qué alivio!!

A día de hoy sigo buscando las razones de tal fracaso jocoso. Tal vez el escenario, salón de mi casa, la compañía, estaba con una amiga, la falta del bol de palomitas y el vaso de litro y medio de CocaCola, el olor a gente relajada, a encurtido; tal vez el momento de visionado, las cinco de la tarde es una hora en la que el hemisferio derecho del cerebro está buscando desesperadamente a Morfeo, no lo sé. 


El caso es que no conseguí esbozar una sonrisa, confieso que me he reído más viendo un telediario de Matías Prats.

Durante meses he tenido que soportar presiones y comentarios de todo tipo:  “Ayer vimos Ocho apellidos vascos y los 3400 espectadores de la sala se partían, hubo gente que se desencajó de la risa, algunos incluso se relajaron tanto que perdieron hasta el control de esfínter.
¡¡Fue salvaje!!, ¿tú la has visto Sirius?, ¿qué te pareció?. Salvo que seas un Calleja,  Frank de la Jungla o Bear Grylls, una presión de este tipo te puede marcar para toda la vida.

De la película lo único que salvo son los exteriores, me encanta el paisaje vasco y la Ermita de San Telmo en Zumaia es preciosa.  Los actores fueron menos naturales que Kim Kardashian en un congreso de paparazzis. Me resultaron histriónicos, exagerados y poco espontáneos. Los chistes aparte de predecibles y poco originales, carecían de gracia. El acento andaluz y vasco tan socorridos a la hora de ponerle humor a cualquier situación, en este caso resultaban ridículos. Dani Rovira lo hizo mejor como presentador de los Goya, Carmen Machi ni te cuento, si por este papel la dieron el Goya ¿Qué hicieron los otros candidatos? Clara Lago lo hizo como lo harían millones de chicas a las que he visto en cualquier vídeo de YouTube. Con todo este cóctel de despropósitos al acabar la película me sentí mal, vacío, buscaba algún momento o escena divertida, algún chiste para contar, preguntaba a mi compañera, pero nada. Por contra, me imaginaba a esos cientos de espectadores partiéndose de risa en sus butacas, riéndose a mandíbula batiente, empapados de ese lubricante social que es la risa y presas de esa espiral contagiosa que sucede en este tipo de actos públicos, donde la gente hace lo que ve. 
Pensé que la razón para esta crisis colectiva de risa, podría estar en un ataque de neuronas motoras camufladas en las palomitas o en un brote de la enfermedad de Pick, no encontraba otra explicación.
Tengo que reconocer que la chapa de tipo raro voló sobre mi cabeza. Hoy después de una terapia adecuada he vuelto a la normalidad. Me considero una persona de risa fácil e incluso hago reír, llegando a reírme de mi mismo, y aprovecho para confesar, que lo hago también de los demás. De ahí mi preocupación ante este episodio.

De todos modos, investigué y la ciencia me dio la respuesta. Nuestro cerebro está preparado para recibir estímulos agradables y de modo automático repetirlos. Las responsables de ello son las neuronas espejo o también llamadas especulares, las cuales se activan cuando perciben que alguien de nuestro alrededor se esta escojonando de la risa, ellas despiertan nuestra empatía y hacen que acabemos escojonándonos también. En definitiva amigos, que tal vez no solo fueron motivos cinematográficos los causantes de mi ausencia de risa, también jugaron un papel importante mi adormilado hemisferio derecho, esa amiga que prefiere mantenerse en el anonimato y que a día de hoy arrastra secuelas como inapetencia sexual y gases, y las neuronas especulares. De todos modos, aunque a sujetos como yo la película no nos provocase risa alguna, si logró que tres millones de espectadores lo hiciesen, consiguió el mayor de los objetivos sociales, la felicidad de la gente. Decía Chaplin: “Ríe y el mundo reirá contigo; llora y el mundo, dándote la espalda, te dejará llorar”.

Sirius&Pichón



viernes, 13 de febrero de 2015

De Goya en Goya

Hoy me gustaría hablaros de la gala de los Goya de este año. Para empezar, al igual que con las anteriores me aburrí más que un vocal de mesa. Y sigo preguntándome  ¿Por qué tenemos que imitar a los americanos cuando nos pasamos la vida criticándolos? ¿Es necesario para demostrar el poderío de las artes cinematográficas juntarse en una gala que cuesta un pastón, y no gusta ni al mismísimo Goya?.


Este año hice el esfuerzo de ver un poquito más que el año pasado, pero nada, tuve que dejarlo para no pillar una depresión mortis-causa. Como siempre echo de menos espontaneidad, frescura española y chispa. La gente sigue saliendo al escenario acojonada, como si el traje les tirase de algún sitio. Los actores encargados de la entrega del cabezón salían al escenario como empujados desde las bambalinas, descolocados, la imagen de Secun de la Rosa y Loles León fue un fiel reflejo de esta situación. Demasiado formales para ser españoles y demasiado pasmados para ser actores.
Como siempre sobró postureo y faltó naturalidad. Los chicos con sus esmóquines y trajes, poco que objetar. Las chicas me gustaron menos, esa falta de naturalidad se notaba a la hora de lucir los vestidos que portaban. Yo no digo que tengan que presentarse como Madonna disfrazadas de torera culona, pero vestirse de mega estrella requiere de algo más que un buen cuerpo, que es lo único que aportan algunas.  Yo sigo viendo estos vestidos más apropiados para la alfombra roja del teatro Kodak de los Ángeles.
Luego las actuaciones musicales y de supuesta risa, flojas. Se contaron tres chistes, que para cuatro horas de gala resultaron escasos. Y menos mal, que este año Dani Rovira como presentador estuvo inspirado, sacándole alguna sonrisa al respetable, porque en algunos momentos el patio de butacas parecía una sesión del Parlamento de Estrasburgo a la hora de la siesta. Hubo como todos los años el  “momento reivindica”, este año le tocó al manchego de Pepi, Luci y Bom. Discutible si procede o no.

El tema IVA y las subvenciones siguen dando que hablar. Yo entiendo que el  21%  es un tipo impositivo alto. Pero también creo que este no es el único motivo por el que la gente ha dejado de ir a las salas. El espectador cada vez es más exigente, y cuando digo exigente me refiero a selectivo. Luego la información que tenemos es tan grande que cuando entramos en la sala sabemos nombre, apellidos, vicios y virtudes de todos los integrantes de la película, hasta del Also Starring, que el tío sale en todas y no se da un pijo importancia. Hay espectáculos que gratis son caros, películas que ni atado a la butaca se soportan, por mucho coste de producción y ojos azules que tenga el protagonista.
Quien no ha visto una película y al salir del cine ha pillado una llorera del nueve, pensando en los 20 euros que se ha gastado viendo semejante engendro.O entras buscando consuelo para esos problemas sexuales, sentimentales y laborales que te atormentan, y cuando acaba la película añades otro más, el cargo de conciencia que vas a tener cuando te cargues al listo que te recomendó semejante bodrio. El aquel “ todo vale” ya es historia. Los españoles ya nos tragamos mucho cine de Frade, Pajares, Esteso y Ozores, películas con guiones muy curraos y donde las actrices protagonistas se despelotaban mostrando tetas, culos y  felpudos sin venir a cuento ni exigirlo el guión, el caso era destaparse. En cuanto al tema subvenciones, en este país tenemos muchas empresas al borde de la quiebra de las que dependen muchas familias, y que no reciben ningún tipo subvención. Subvencionar en un país como España, y como hablamos de cine, resulta más peligroso que una colleja de Eduardo Manostijeras.


Señores académicos y responsables de la Gala pónganse las pilas, han vuelto a preparar una gala sosa, ñoña, cursi, cansina y repetitiva. Y por favor, el tema agradecimientos córtenlo o prohíbanlo, algunos de los premiados con sus “agradezco” resultaron más tristes que Marco el día de la Madre.  De las películas no hablaré porque de las nominadas o premiadas tan solo he visto una a la que dedicaré una entrada. Para terminar, una frase dedicada a los que como yo disfrutan escribiendo “En la industria del cine, todos sabemos que detrás de un buen guionista hay siempre una gran mujer, y que detrás de ésta está su esposa” Groucho Marx.

Sirius&Pichón


domingo, 8 de febrero de 2015

Mucha nieve y pocas nueces

Estoy viendo las estadísticas del blog y la entrada sobre Van Gogh ha tenido menos éxito que una cata de gaseosas. También me han llamado de la asociación de blogueros para reprenderme por el contenido de mi última entrada. Según ellos un bloguero de pro tan solo puede hablar de cosas serias como moda o tendencias. Temas como la chancla cerrada que promete romper este verano, el bañador impermeable para guardar el móvil por sí nadando tenemos que mirar el wasap, las estolas, los chalecos con mangas y los chubby coats para la gente del postureo.

Pero no solo estos me han dado el toque, la asociación de profesores que aún creen en una enseñanza de calidad, se han puesto como la Belén Esteban ante la amenaza de acercamiento a su Andreita. 
¿Qué para que están ellos? Que si ahora los blogueros nos dedicamos a la divulgación cultural, la gente puede coger la costumbre de leer y además divirtiéndose. Pasarán de ir a los colegios, adiós a la lectura productiva del Marca o el As, al visionado de programas educativos y de calidad tipo Sálvame Deluxe , cogerán su tablet y a leer lo que Sirius cuenta.

Con esta entrada también he recibido mensajes vuestros pidiéndome caña, estopa, bisbal, más saciedad y menos cultura. Y viendo las informaciones aparecidas estos días en los medios de comunicación, entiendo vuestras inquietudes.

Debido al  temporal de nieve y frío que nos azota, raro para este periodo del año, se han suspendido clases, vuelos, trenes y hasta los enterramientos. Y lo de los vuelos, trenes y buses puedo entenderlo por motivos de seguridad, pero lo que no alcanzo a entender es lo de las clases.  ¿Por qué se suspenden las clases?  Si un profesor no llega porque el temporal se lo ha impedido, habrá otro que pueda atender a esos muchachos ávidos por aprender. ¿O todos los profesores viven como decían los indios a dos días del colegio?. Y con los niños igual, habrá alguno que viva alejado del colegio y le resulté difícil llegar, pero ¿Y los demás?. Sospecho amigos q estamos ante la clásica  excusa “Typical Hispanis”. Y aquí el problema está como la lotería, muy repartido entre padres y docentes. Los primeros: “Amancio José, que Juanito hoy no vaya al cole, que con esta nevada cogerá placas. 
Mejor está en casa viendo los dibujos de la mañana y el programa de Ana Rosa". Luego cuando salen los resultados del informe Pisa, nos sorprende estar a la altura de los Tanzanos. Y las excusas de los docentes, y aquí puedo entrar en terreno resbaladizo, pero me arriesgo porque me las imagino. Además, hablo desde el conocimiento que me da tener dos agentes infiltrados entre el alumnado, que a diario me informan de los movimientos que se producen en sus respectivos centros educativos. Y a tenor de lo que me informa una de ellas, veo que el absentismo es mayor del deseable. España siempre ha sido una potencia en esto, ocupando puestos de honor con italianos y griegos. Por desgracia, la crisis nos ha relegado a puestos de cola junto con países tan responsables como suecos y alemanes. Y por favor, no seamos papanatas y pongamos cara de poker ante estas afirmaciones; estamos fuera de horario infantil. Quien no ha escuchado: “Palomeque,  hoy no iré a currar, estreno los Sebago y resbalan de cojones, así que me quedaré en el bar, no sea que caiga al suelo rompa una pierna y son siete meses de baja; díselo al jefe que se me enfrían la porra y el café”.

Por no hablar de la patología más frecuente en los meses de noviembre y diciembre en zonas del interior de la península, la  “lumbalgia gorrina” así conocida por su coincidencia en el tiempo con la matanza porcina.

Y a raíz de esto, me gustaría contaros una historia que leí el lunes en internet. Su protagonista se llama James Robertson, tiene 65 años y vive en Detroit. Este hombre va a trabajar a Rochester Hill en Michigan desde hace 10 años de lunes a viernes, llueva, nieve o venga un tornado.  Toma un bus que le deja a 13 kilómetros de su destino, trayecto que realiza caminando. A la vuelta, después de 8 horas de duro trabajo toma otro bus, que le deja a 20 kilómetros de su casa, trayecto que de nuevo realiza caminando. La historia se ha hecho pública en Estados Unidos, y la sociedad americana tan solidaria ella, y sobre todo cuando hay posibilidades de salir en la tele, se ha puesto en marcha. Ya se han recaudado cientos de dólares y hay concesionarios ofreciéndole un vehículo nuevo. James tuvo un coche hasta que en el año 2005 le dejó tirado, y como el mismo ha declarado, no compré otro porque en mi vida había otras prioridades.
Y ahora viene la parte grande de la noticia, que convierte a James en un personaje cuya humanidad y solidaridad son tan bestiales como su fondo para caminar. Prefiere que lo recaudado se gaste en un transporte público que funcione las 24 horas, antes que proporcionarle a él un transporte particular. 


En esta sociedad de la queja permanente y del anhelo por una buena prejubilación, primitiva o tía propietaria de un bloque de viviendas y tonto el último, en la que los protagonistas de las noticias son personajes como Villa el Sindicalista, Blesa el Tarjetas y demás tropa, la lectura de noticias como esta te reconfortan. Trabajadores ejemplares que a pesar de las condiciones ambientales,  laborales y personales, salen todos los días de su casa para dar lo mejor de si mismos. Y en este caso el sujeto vive en los Estados Unidos pero los habrá en España, Letonia y Zambia.  Desde este humilde blog quiero rendirles un homenaje y darles las gracias por esa demostración de fuerza y coraje.

Y para concluir,  y aun a riesgo de que me tachéis de Bloguero cultureta, os advierto que seguiré metiendo de vez en cuando algo de culturilla y algún extra de moda,  siempre con la pretensión de que disfrutéis leyendo. Decía Aristóteles “los sabios tienen las mismas ventajas sobre los ignorantes que los vivos sobre los muertos”.

Sirius&Pichón



miércoles, 4 de febrero de 2015

Van Gogh. El Genio del pelo rojo.

Hace poquito os hablé de Arco y hoy quiero hacerlo de un genio, un artista único y genial, referente ineludible del arte moderno, Vincent Van Gogh.  En este año 2015 el día 29 de julio hace 125 años de su muerte. 

Van Gogh fue un artista que a sus contemporáneos les causó la misma impresión que el montón de cascotes al de las dos hostias. Prueba de lo incomprendido que fue, está el hecho de que tan sólo vendió una obra en vida. Sin embargo, hoy es uno de los artistas más importantes de la historia del arte, sus obras son de las más cotizas y fuente de inspiración para muchos.  Podría estar hablando durante horas del loco del pelo rojo que tan magistralmente interpretó Kirk Duoglas en la película de Vicent Minnelli.

Nadie como Van Gogh pintó la luz, ni dotó a sus cuadros de tanta vida, de tanta energía positiva, todo aquello de lo que él careció a lo largo de su corta vida. 
Su vida fue tan atormentada como su personalidad, sufrió problemas mentales y a los 37 años se quitó la vida de un disparo en el pecho.  Su juventud fue triste, fría y estéril. Debe ser difícil nacer y descubrir más tarde, que tus padres te han puesto el mismo nombre que pusieron a un hijo que tuvieron un año antes de tu nacimiento, y que nació muerto: Vincent Willen Van Gogh. Este aspecto y otros muchos le dotaron de una personalidad mística y complicada. Trabajó como marchante de arte siendo un adolescente. Se inscribió en la Academia de Bellas Artes de Bruselas donde estudió pintura y perspectiva, de esta época son su Naturaleza muerta con col y zuecos” y los “Pobres y el dinero”. En el año 1885 pintó una de sus grandes obras “Los comedores de patatas”, con ella se enfrentó a la dificultad de representar a cinco personajes.


Se fue a Francia y descubrió la obra de Rubens, instalado en Montmartre conoció y se codeó con grandes impresionistas como Gauguin, Cézanne o Pizarro. Este último fue el que le explicó las nuevas teorías sobre la luz, que después él con su pinceladas reflejó y desarrolló en sus cuadros. En el año 1888 se mudó a Arles y pintó su obra cumbre “Jarro con doce girasoles”.
Creó un taller de artistas e invitó a Gauguin para que le ayudase. La relación entre ambos fue complicada por sus difíciles temperamentos. Un día como consecuencia de un cabreo se automutiló y perdió media oreja, que regaló a una prostituta, Rachel, del burdel de Arles. Desangrándose se acostó. Abusó de la absenta, esa bebida tan literaria, francesa y mortal. 

Durante los últimos meses de su vida estuvo internado en Auvers al cuidado del Doctor Gachet, un médico de aspecto tan original que cuando el propio Van Gogh le conoció, escribió a su hermano Theo: “Cómo me puede curar un médico que parece más enfermo que yo mismo”. En este periodo llegó a pintar más de 500 cuadros hasta que sufrió una profunda crisis depresiva que le llevó a dispararse en el pecho mientras paseaba por el campo. Murió en su cama en los brazos de su hermano Theo, el único apoyo que tuvo en su vida. Aquel al que contó su lucha por pintar, por dibujar y encontrar el sosiego y el sustento en el arte.  Así desapareció un artista único e irrepetible. 


La vida y el arte fueron para él una unidad inseparable. Crear arte significó para él pintar esa vida, no la simple realidad, sino el principio de lo vital. Aplicó el color como aliento vital que sirve de savia a los objetos. Reflejó en sus cuadros plenitud y soledad, desesperación, amor y desasosiego. Con su arte quiso consolar a los demás, amó al mundo, un mundo que acabó destrozándole. Creó su propio universo, lleno de color y de movimiento, su cuadro La noche a Estrellada refleja a la perfección este universo.  Sobre Van Gogh se han escrito más libros, artículos y tesis que sobre ningún otro pintor.  Se han catalogado más de 777 estudios publicados desde 1890, y a día de doy se sigue escribiendo sobre Van Gogh. Porque Vincent,  extraordinaria  encrucijada de voluntad, locura y miseria, sigue siendo un enigma. Pasó a la historia como el “pintor loco”, sin embargo fue un pintor dotado de una inteligencia excepcional.

La vida de Van Gogh es el ejemplo máximo del artista solitario e incomprendido que triunfa después de la muerte. Todo cuanto le rodeó alimentó las fantasías románticas: rechazo social, amores, enfermedades (epilepsia, alcoholismo) pobreza, la relación con su hermano Theo y el suicidio. A la muerte de Theo que sobrevivió seis meses a Vincent, su mujer, la cuñada de Vincent se encargó de contribuir a la fama póstuma descubriendo al mundo su obra, pero no sólo su obra pictórica sino también su correspondencia. Van Gogh escribió más de 800 cartas, 668 a su hermano Theo en inglés, holandés y francés. Cartas que su cuñada reunió,  tradujo y publicó.  También se encargó de que los hermanos Van Gogh reposasen juntos en el cementerio de Auvers-sur-Oise.

He estado en numerosas ocasiones frente a un cuadro de Van Gogh y la sensación que uno siente es la de estar acompañado aunque estés solo. Es una sensación de vida, de luz y esperanza. Sus 44 autorretratos o selfies como diríamos ahora, son un  grito desgarrado, una llamada de auxilio, de atención, de necesidad. Quiero que sepas amigo Vincent que con tus obras llenas de amarillo, según tú el color de la luz del sol,  me has recargado de energía vital y ganas de seguir disfrutando de todo aquello que esta vida me proporciona. La primera vez que me enfrenté a uno de tus cuadros fue en el Museo de Orsay en Paris, era un adolescente y la visión de tu cuadro El dormitorio de Arlés me dejó entusiasmado, ver esa combinación de colores verdosos, amarillos y azules y la simpleza de sus líneas, me enamoró para siempre de ti. El Origen del Mundo de Courbet otra obra grandiosa expuesta en este museo, me acabó de rematar.  Salí del museo jurando no volver a pasar hambre de arte. Como dijiste una vez : “Ciertamente puedo en la vida y también en la pintura privarme de Dios, pero no puedo, sufriendo, desposeerme de algo más grande que yo y que es mi vida: la potencia de crear”.

Sirius&Pichón