sábado, 30 de mayo de 2015

Spañamini, zero points. Seguimos palmando ¡hey!

Este fin de semana pasado tuvimos Eurovisión. En mi casa desde hace años, en concreto desde que cantó la locuaz Rosa de España, no nos perdemos una edición. Con unos confetis del chino, unas pizzas y unos refrescos convertimos mi casa en el escenario ideal para disfrutar de uno de los espectáculos televisivos más vistos. Rodeados de banderas escuchamos las canciones y posteriormente cada invitado apunta en un papel  sus tres candidatos favoritos. 
A estas alturas de entrada muchos de ustedes me estarán llamando de todo menos guapo, desde friki, rarito, bloguero hasta pocahontas. Sí, lo reconozco, soy más de Eurovisión que del Sálvame deluxe o ese otro espacio cultural llamado Mujeres y hombres y viceversa.

De Eurovisión se ha dicho de todo, y en algunos casos de forma acertada, y en otras, por hacerlo desde el engorilamiento más ignorante, equivocadas.  Los detractores apuntan como razones para odiarlo, que si la vecindad prima sobre la calidad, el idioma inglés sobre los demás y la puesta en escena sobre la canción.

Para todos ellos tengo una respuesta. Como dije al principio, en mi casa votamos cuando acaban las canciones y antes de las votaciones oficiales. Apuntamos a tres candidatos. ¿Saben cuáles fueron este año los candidatos elegidos para ganar por la mayoría de los presentes? Suecia, Rusia, Italia y Polonia. Con este comentario creo que he contestado a una de las preguntas. En mi casa somos españoles y entre mis invitados no había suecos, ni italianos, ni polacos, como tampoco rusos. Por lo tanto el tema “voto a mi vecino” se da en algunos países de la antigua esfera soviética, pero no decide el ganador. Sorprende que a España ya no le voten ni los vecinos. Tema calidad de la canción, para la prensa acreditada de los países participantes y casas de apuestas los claros favoritos eran Suecia, Rusia e Italia ¿También están equivocados estos?.
En cuanto al tema idioma, todos sabemos que el idioma más musical que existe es el inglés, lo he dicho mil veces y los entendidos en la materia también. Eurovisión ha sido visto por 250 millones de espectadores y en 53 países.
Este año en el 60 Aniversario estaba invitado Australia, país que aún estando en las antípodas también lo ve.  Y en la mayoría de esos países el idioma que se habla es el inglés, aunque no sea su lengua materna. Por lo tanto, si queremos o aspiramos a ganar, ¿Por qué no cantamos en inglés? Aquí tropezamos con una de nuestras asignaturas pendientes, los idiomas. Entiendo que los franceses no canten en inglés por aquello del chauvinismo, se revolvería en su tumba el pobre Nicolas Chauvin. Y los italianos, para cantar lo que cantan ellos, el idioma adecuado es el italiano.
Y para terminar,  la estética, ¿Ustedes se han fijado en la puesta en escena, en lo cuidada y mimada que está? Desde el escenario que monta el país anfitrión, pasando por la presentación de cada país y su artista, para llegar a la canción. Estos detalles también dan puntos y este año el sueco era el claro ganador para los de mi casa, y para el resto de los europeos que votaron, también.

De nuevo amigos y como en tantas otras ocasiones y acontecimientos, ya sea deportivos, culturales o de otro ámbito, nos creemos el ombligo del mundo,  y nos la meten doblada.
Nos pasamos de raciales con Remedios Amaya y su Quién maneja..., nos reímos de Eurovisión con el Chiquilicuatre, intentamos un acercamiento y para ello mandamos con un inglés de Fermosillo de Arriba a Rosa de España, pero ya daba igual,  el daño estaba hecho. Este año Edurne lo hizo bien, su chorro de voz deslumbró a la prensa y asistentes al festival, todo han sido elogios. Tal vez, si hubiese cantado en inglés, en vez de quedar en el puesto 21, hubiese quedado entre las diez primeras, méritos para ello hizo.

Para terminar y no cansar, Eurovisión se ha convertido en todo un acontecimiento musical en Europa, la del Este y el Oeste, incluso atraviesa mares y océanos. Aunque aquí nos joda y nos las traiga al pairo.Un festival donde prima la estética y un sentido del gusto entre lo friki y de andar por casa. Un festival al que acuden las estrellas musicales de muchos países, la mayoría ya consagrados, que disfrutan representando a su país. Un festival de música pegadiza y en ocasiones pedante, pero las ganadoras pueden ser temas para  escuchar en nuestro coche o en casa con los amigos. Los tiempos de Rafael  y el “La,la, la” ya son historia. Sin embargo, nosotros parece que no acabamos de verlo, y seguimos cantando a contra corriente. 

Seguimos intentando ser los Massiel del siglo XXI y así nos luce el pelo. Dejemos de echarle la culpa al vecino letonio de Lituania, al serbio de Montenegro.
Que yo sepa  Suecia tan solo hace frontera terrestre con Finlandia y Noruega y con poco más de 10 millones de suecos superó los 300 puntos. Siendo éste el sexto año que gana Eurovisión. Abba, Loreen... y este año Mans Zelmerlow y su canción Heroes.

Para todos aquellos que seguís pensando que estoy eurofan perdido, ved Eurovisión como un espectáculo más televisivo que musical. En el que habrá exceso de luces y voces, mujeres barbudas y pianos en llamas. El día que empecéis a verlo así, disfrutareis. Y lo mismo le digo a los encargados de la selección del cantante a representarnos, que lo vean con otros ojos y un criterio distinto, solo así puede que lleguemos a ganarlo. Pensad en un Circo del Sol, en él no hay payasos ni leones,  pero hay espectáculo circense. Si queremos ganar Eurovisión no vayamos preparados para un San Remo. La otra opción es no volver.

Sirius&Pichón



viernes, 22 de mayo de 2015

Del metro al fofisano

Leyendo las gilipolloces que nos encontramos a diario en internet hoy me ha dejado ojiplático y engorilao una que paso a comentaros.

Leo todo tipo de prensa y revistas, corazón, actualidad, historia, economía, moda e incluso cosas menos serias como algún periódico, tanto en su versión digital como en papel. Leo hasta las esquelas para sacar la media de edad de los fallecidos, y utilizar este dato como referencia vital. La noticia de la que quiero hablaros hoy, va sobre tendencias masculinas, sufrimientos, sacrificios y gilipolloces que los humanos realizamos en nuestro afán por superarnos  a nosotros mismos.

El género masculino de un tiempo a esta parte, está sometido a una presión bestial a todos los niveles, en lo económico,  sexual, familiar y estético.
Hemos de ser varones perfectos en todos los campos, en el laboral con los resultados; en el familiar con los hijos, la casa y tu compañera; en el sentimental, románticos, corteses y cariñosos; y en el estético unos auténticos dandys.  Aquel que no cumpla con alguno de estos preceptos está  jodido y es claro aspirante al ingreso en Los Cartujos o a la práctica onanística. Y en la carrera para conseguir estos objetivos nos hemos tenido que machacar  en esos templos de cristales, máquinas y barritas energéticas llamados gimnasios.
Y digo nos hemos, porque yo también he ido a un gimnasio, he tenido que pasar por el duro trance de pasear mi cuerpo aspirante a rechoncho por entre bíceps, tríceps y algún Sudden Spinosaurus, usuario de gimnasio que por el color de su camiseta marcalotodo y su aroma corporal, es fácilmente identificable. Y todas estas horas de aparatos, pesas y cintas transportadoras de grasa, para lo único que han servido, es para convertir cuerpos rechonchos en fenotipos botijo, sobrados de tronco y escasos de cabeza. Los más avispas optasteis por la cánula extractora de grasa abdominal, adiós por la vía rápida a esos bocatas de chopedd  y a las Mahou fresquitas.

Pero no bastaba con tener un cuerpo fibroso, había que tenerlo limpio de polvo y paja. Y eso conllevaba dejarse los dineros para quitarse esos cuatro pelos gorileros. Había que pasar por el agradable y lacrimógeno momento de la cera caliente o el láser chamuscador. Desforestando zonas de flora protegida, como el muñeco o también llamado pene, o la zona donde la espalda pierde su musical nombre.
Luego con el tema dietas hemos sufrido lo que no está escrito, sometidos a los dictados de la alcachofa, el cucurucho, la Dukan, la macrobiótica, y los mas pijos con la dieta “Hamptons”. Y después de toda esta enumeración de torturas, que harían las delicias del Torquemada de turno, me pregunto ¿Y para qué?

Para que ahora venga una listilla americana y nos diga que las mujeres se sienten atraídas por los hombres más naturales y humanos. Ahora el perfil del hombre ideal se acerca al que tiene el señor DiCaprio, el hombre fofisano. El hombre objetivo sexual, el yerno que toda suegra querría tener, el grey que todas anheláis, ha de ser “fofisano” o lo que es lo mismo, un hombre sin los abdominales marcados. A estas alturas de la entrada muchos estaréis flipando con la historia y la puta palabreja.

O sea chavalotes, que como tuvimos poco con el Grey, ahora llega el fofisano.  Ahora pídele al cirujano plástico que te reponga la grasa perdida, al depilador que te injerte el matojo rasurado. Como decía el anuncio de la colonia Otelo “Vuelve el hombre”.
Ese hombre torrente, de pelambrera salvaje, barriga cervecera, palillo en ristre, palomino gayumbero etiqueta negra, cerco Eau Sauvage y hálito cebollino.

¡Por Dios!...Resultamos ya cansinos con tanta etiqueta, que si metrosexuales, lumbersexuales, hipsters, y ahora el fofisano. Dejemos que cada uno vaya como quiera. Si te gusta la barba, lleva barba; si eres feliz haciendo de tabla cortadora con tus abdominales, no te cortes; si con tu panza cervecera te sientes bien, auméntala; si te gusta el chandal, úsalo,  pero por favor sólo para hacer deporte. Y que no te amarguen la vida cuatro estrellas hollywoodienses, redactores de revistas de sala de espera o blogueros toca huevos. Como decía Oscar Wilde. ¿qué es la moda? Desde el punto de vista artístico una forma de fealdad tan intolerable que nos vemos obligados a cambiarla cada seis meses.

Sirius&Pichón



martes, 12 de mayo de 2015

A nadie le amarga un dulce

Hay una frase en el libro de Isabel Allende “Afrodita”, que cada vez que entro en un establecimiento, como el que es hoy protagonista de mi entrada, recuerdo, y en ocasiones me tortura y estruja:  “Me arrepiento de las dietas, de los platos deliciosos rechazados por vanidad, tanto como lamento las ocasiones de hacer el amor que he dejado pasar por ocuparme de tareas pendientes o por virtud puritana”


Cuando creamos saciedadlimitada os anunciamos que hablaríamos de todo aquello destacable por algo, tanto en lo  positivo como en lo negativo, con la intención de lo positivo amplificarlo para hacerlo aún más grande,  y lo negativo, si es posible, corregirlo.

En mis últimas entradas reconozco que he estado pelín obtuso y espeso. Más cerca de la bruja Lola, por aquello de las velas negras, que de mi espíritu natural, positivo y sonriente. He sido crítico con León y sus habitantes, pero también he reconocido que existe gente emprendedora, luchadora, innovadora y con pegada. Y hoy quiero hablaros de un negocio dirigido por gente de este tipo.

Una empresa referente en la ciudad de León en el mundo de la repostería, bombonería y panadería. Inició su andadura allá por el año 1970 de la mano del matrimonio formando por Luis César García, asturiano de Grado y la zamorana Ulpiana Rodríguez. Seguro que muchos de vosotros a esta altura del relato ya sabéis de quien hablo, y sí no, os lo digo yo. Estoy hablando de la Confitería Asturias, la Boutique del Pan La Masera y La Gourmandise León-París.
Estos tres establecimientos son el fruto del buen trabajo y las muchas horas de dedicación echadas por este matrimonio de emprendedores. Elaborando pasteles según la tradición asturiana que el amigo César heredó de su tío José Tejerio, un maestro en la elaboración del Tocinillo de Cielo y toda una referencia en el pueblo de Grado.

Como dicen en su página, los inicios fueron duros, teniendo que competir con negocios de toda la vida. Pero su afán por hacer las cosas bien, por introducir novedades reposteras y hacerse con un hueco en la repostería leonesa pudieron más, y hoy son una empresa consolidada y que emplea a 30 personas. Actualmente el negocio lo dirige la segunda generación, con sus hijos César y Ana al frente.  Ellos son los encargados de colocar al grupo empresarial en la senda del modernismo repostero, de la innovación y la creatividad.

Entrar en cualquiera de sus establecimientos supone sumergirse en un mundo de sensaciones, olores, matices y colores. Todo está perfectamente colocado y dispuesto para que los clientes nos peguemos a la vitrina como lo hacíamos de niños. Esos olores a crema pastelera, hojaldre francés, café italiano, pan recién hecho o chocolate de primerísima calidad, penetran por nuestra pituitaria para provocarnos una explosión de increíbles  sensaciones.
La elaboración de sus productos se realiza con materiales de excelente calidad, que debidamente trabajados en el obrador, dan como resultado dulces tan recomendables como los brioches, panetones, tocinillos, genarines, los croissants de distintos tipos y colores,  pasteles de limón, carballones,  tartas de tiramisú y sus diferentes variedades de pan. Y no quiero olvidarme de ese Grial de chocolate, auténtica obra de arte.

Y si sus productos son excepcionales, el broche o la guinda lo ponen las personas que trabajan en esta empresa. Su atención hacia los clientes es tan exquisita como sus especialidades. El mimo y la destreza con la que te envuelven una caja de bombones, la convierten en una obra de arte a la que da pena desprecintar.  En su último establecimiento abierto recientemente, La Gourmandise León-París, Ana y sus chicos han conseguido convertir una calle como Fray Luis de León, fea y mal proyectada, en una avenida postinera y bonita, a la altura de los mismísimos Campos Elíseos.  
Su pastel  “La Gourmandise” es toda una provocación para los sentidos, estando a la altura de los Macarons franceses elaborados en Bouillet,  la austríaca Tarta Sacher o los portugueses Pasteis de Belem.


Enhorabuena familia, y gracias por conseguir con vuestras elaboraciones, que nuestras agitadas y tormentosas vidas sean un poquito más dulces y llevaderas. Seguid así, trabajando con esa profesionalidad, gusto y esmero. Gracias por endulzar nuestras celebraciones, sobremesas de domingo, parones en nuestras jornadas de trabajo o tardes de otoño. Habéis logrado que todos nosotros nos sintamos como el Saalik de Las mil y unas noches, que convertido en mono disfrutó con los dulces que el rey puso sobre su mesa "¡Oh pasteles!¡dulces, finos y sublimes pasteles; enrollados con los dedos!¡Vosotros sois la triaca, el antídoto de cualquier veneno!¡Nada me gusta tanto, y constituís mi única esperanza, toda mi pasión!”.

Sirius&Pichón


lunes, 4 de mayo de 2015

Negro que te quiero verde

Este fin de semana hemos disfrutado de unos días de asueto y relax, primero con el día 1 de Mayo, día de manifas, banderas y carteles reivindicativos, y ayer domingo con las madres como protagonistas.
 Con respecto al día 1 de Mayo, no sé, si por la climatología o el rictus leonés, pero la manifestación parecía más una procesión de la Santa Comparsa que un manifestación de trabajadores engorilaos por las condiciones actuales de empleo. Luego el discurso de los líderes sindicales cada vez resulta más cansino y repetitivo. Falto de imaginación y pegada. Y esto es lo que veo que escasea en esta provincia de un tiempo a esta parte, pegada. Y a todos los niveles, empresarial, institucional, sindical y poblacional. Hace poco uno de vosotros me insinuó que estaba perdiendo pegada en las últimas entradas. Y tal vez tenga razón, lo de escribir es mucho de pegada y motivación.

Busco en los diarios escritos y digitales temas para cargarme con algún elemento motivante y creedme que encontrarlo es tan difícil como coincidir con Paquirrín en Lourdes. Casi todas las noticias tienen que ver con el color del luto, la soledad, la añoranza y la tristeza, el negro.

Y de negro irá la entrada. Me explico. Por un lado tenemos el problema del carbón, problema que trataré algún día, porque el solito se merece una entrada. En este asunto hay más luces luces y sombras que en una película de Ingmar Bergman. Cuanto más profundizo en el tema más negra veo su solución. Empresarios que no gestionaron las ayudas recibidas todo lo bien que debieron, y trabajadores que por aquello del riesgo de su actividad no pensaron en que las fuentes de energía alternativas podrían ponerles el futuro tan negro como la materia prima que extraían. Luego otra serie de factores de tipo político, eléctrico y  económico han venido a ponérselo aún más negro. Demasiados intereses para tan poca veta.
Espero y confío en que las lágrimas ante Rajoy de la aspirante popular a la alcaldía de Toreno y las gestiones del delegado del Gobierno, hayan enternecido y ablandado a los hermanos Nadal y al Ministro Soria, y éstos paren la orden que regulará el suministro de carbón nacional a las eléctricas, que reduce dicho suministro en casi un 50 %,  la puntilla definitiva para el sector minero.

Luego tenemos el conflicto de Everest, enquistado y con un diagnóstico malo, muy malo. Si el futuro del carbón es como su color, negro, el del mundo del libro y en formato papel, es igual que el color de su tinta, negro también.  En este conflicto a la vista de lo que he leído y escuchado, nos encontramos  con una empresa que sigue trabajando con patrones de la época de Gutenberg, pasados y obsoletos. Un empresario, que con su vida ya resulta, tiene pocas ganas de seguir con la actividad. Por el otro lado están los trabajadores, que llevados por esa tranquilidad que te da trabajar en una empresa de la tierra y a siete minutos de casa, no han visto necesidades que ahora descubren.  Y estas necesidades pasan por cambios en los métodos de trabajo, adaptándolos a los tiempos actuales, y a lo que el mercado marca y demanda.

Y un caso parecido a este lo tuvimos con Antibióticos, empresa química especializada en la elaboración de penicilina, y que después de pasar por varias manos, españolas y las últimas extranjeras, ha terminado cayendo en manos de un fondo buitre. Que a diferencia de los anteriores gestores, más preocupados por la subvención de turno, la han puesto a funcionar. Con la intención de colocarla en el mercado internacional en un futuro no muy lejano.

Pero aquí no se acaba el negro.  Empecé esta entrada en uno de mis rincones preferidos, La Más Bonita, lugar ideal para tomarse un café tranquilo y cargarse de belleza y majestuosidad con sus vistas a la catedral. Me encanta pasear por León, una ciudad cargada de cultura e historia, que se ve reflejada en cada una de sus construcciones, ya sean civiles o religiosas. Construcciones las primeras, que de un tiempo a esta parte empiezan a afearse, por la proliferación en sus bajos de un cartel horroroso “Se Alquila”. Empieza a resultar preocupante pasear por cualquier calle de la ciudad y ver locales vacíos, grises, sucios y negros.  Para mi este problema es tan grave como el minero. Un gran problema para una ciudad sin tejido industrial y cada vez más dependiente del sector servicios.


Y me resulta triste ver este cartelito, porque detrás de cada “Se alquila” seguro que hay una historia. La historia de una persona que un buen día decidió  emprender en el país de los cuenta ajena, con más ilusión que ayudas. Remando y haciendo mil números para cuadrar sus cuentas. Viendo como la realidad económica del momento se impone, reventando sueños e ilusiones, llevándose ahorros y patrimonio y, en algunos casos afectando incluso a terceros. Terceros llamados trabajadores del sector servicios, víctimas silenciosas de esta crisis. Y de los que nadie se acuerda, porque ni queman ruedas ni cortan carreteras, pero engrosan también las listas del Inem.

De todos modos, y a pesar de lo negro del carbón, Everest, aeropuerto, CTR, y no sigo porque la lista es larga, en León hay gente valiente, emprendedora y con pegada. Que lucha e intenta que los turistas que nos visitan encuentren un lugar donde tomarse un café en las mejores condiciones, cenar en un restaurante con carta de Estrella Michelín, alojarse en un hotel con encanto o comprarse una camiseta. Que los que la habitamos podamos disfrutar de un vino o café en locales bien ambientados, decorados y atendidos, que  nada tienen que envidiar a los de Madrid o capitales vecinas.
 ¡Gracias amigos! Y como hoy celebramos el aniversario de la saga Star Wars “Qué la fuerza os acompañe”. Dijo Ambrose Bierce “El futuro es ese período de tiempo en el que prosperan nuestros negocios, nuestros amigos son verdaderos y nuestra felicidad segura”.

Sirius&Pichón