lunes, 4 de mayo de 2015

Negro que te quiero verde

Este fin de semana hemos disfrutado de unos días de asueto y relax, primero con el día 1 de Mayo, día de manifas, banderas y carteles reivindicativos, y ayer domingo con las madres como protagonistas.
 Con respecto al día 1 de Mayo, no sé, si por la climatología o el rictus leonés, pero la manifestación parecía más una procesión de la Santa Comparsa que un manifestación de trabajadores engorilaos por las condiciones actuales de empleo. Luego el discurso de los líderes sindicales cada vez resulta más cansino y repetitivo. Falto de imaginación y pegada. Y esto es lo que veo que escasea en esta provincia de un tiempo a esta parte, pegada. Y a todos los niveles, empresarial, institucional, sindical y poblacional. Hace poco uno de vosotros me insinuó que estaba perdiendo pegada en las últimas entradas. Y tal vez tenga razón, lo de escribir es mucho de pegada y motivación.

Busco en los diarios escritos y digitales temas para cargarme con algún elemento motivante y creedme que encontrarlo es tan difícil como coincidir con Paquirrín en Lourdes. Casi todas las noticias tienen que ver con el color del luto, la soledad, la añoranza y la tristeza, el negro.

Y de negro irá la entrada. Me explico. Por un lado tenemos el problema del carbón, problema que trataré algún día, porque el solito se merece una entrada. En este asunto hay más luces luces y sombras que en una película de Ingmar Bergman. Cuanto más profundizo en el tema más negra veo su solución. Empresarios que no gestionaron las ayudas recibidas todo lo bien que debieron, y trabajadores que por aquello del riesgo de su actividad no pensaron en que las fuentes de energía alternativas podrían ponerles el futuro tan negro como la materia prima que extraían. Luego otra serie de factores de tipo político, eléctrico y  económico han venido a ponérselo aún más negro. Demasiados intereses para tan poca veta.
Espero y confío en que las lágrimas ante Rajoy de la aspirante popular a la alcaldía de Toreno y las gestiones del delegado del Gobierno, hayan enternecido y ablandado a los hermanos Nadal y al Ministro Soria, y éstos paren la orden que regulará el suministro de carbón nacional a las eléctricas, que reduce dicho suministro en casi un 50 %,  la puntilla definitiva para el sector minero.

Luego tenemos el conflicto de Everest, enquistado y con un diagnóstico malo, muy malo. Si el futuro del carbón es como su color, negro, el del mundo del libro y en formato papel, es igual que el color de su tinta, negro también.  En este conflicto a la vista de lo que he leído y escuchado, nos encontramos  con una empresa que sigue trabajando con patrones de la época de Gutenberg, pasados y obsoletos. Un empresario, que con su vida ya resulta, tiene pocas ganas de seguir con la actividad. Por el otro lado están los trabajadores, que llevados por esa tranquilidad que te da trabajar en una empresa de la tierra y a siete minutos de casa, no han visto necesidades que ahora descubren.  Y estas necesidades pasan por cambios en los métodos de trabajo, adaptándolos a los tiempos actuales, y a lo que el mercado marca y demanda.

Y un caso parecido a este lo tuvimos con Antibióticos, empresa química especializada en la elaboración de penicilina, y que después de pasar por varias manos, españolas y las últimas extranjeras, ha terminado cayendo en manos de un fondo buitre. Que a diferencia de los anteriores gestores, más preocupados por la subvención de turno, la han puesto a funcionar. Con la intención de colocarla en el mercado internacional en un futuro no muy lejano.

Pero aquí no se acaba el negro.  Empecé esta entrada en uno de mis rincones preferidos, La Más Bonita, lugar ideal para tomarse un café tranquilo y cargarse de belleza y majestuosidad con sus vistas a la catedral. Me encanta pasear por León, una ciudad cargada de cultura e historia, que se ve reflejada en cada una de sus construcciones, ya sean civiles o religiosas. Construcciones las primeras, que de un tiempo a esta parte empiezan a afearse, por la proliferación en sus bajos de un cartel horroroso “Se Alquila”. Empieza a resultar preocupante pasear por cualquier calle de la ciudad y ver locales vacíos, grises, sucios y negros.  Para mi este problema es tan grave como el minero. Un gran problema para una ciudad sin tejido industrial y cada vez más dependiente del sector servicios.


Y me resulta triste ver este cartelito, porque detrás de cada “Se alquila” seguro que hay una historia. La historia de una persona que un buen día decidió  emprender en el país de los cuenta ajena, con más ilusión que ayudas. Remando y haciendo mil números para cuadrar sus cuentas. Viendo como la realidad económica del momento se impone, reventando sueños e ilusiones, llevándose ahorros y patrimonio y, en algunos casos afectando incluso a terceros. Terceros llamados trabajadores del sector servicios, víctimas silenciosas de esta crisis. Y de los que nadie se acuerda, porque ni queman ruedas ni cortan carreteras, pero engrosan también las listas del Inem.

De todos modos, y a pesar de lo negro del carbón, Everest, aeropuerto, CTR, y no sigo porque la lista es larga, en León hay gente valiente, emprendedora y con pegada. Que lucha e intenta que los turistas que nos visitan encuentren un lugar donde tomarse un café en las mejores condiciones, cenar en un restaurante con carta de Estrella Michelín, alojarse en un hotel con encanto o comprarse una camiseta. Que los que la habitamos podamos disfrutar de un vino o café en locales bien ambientados, decorados y atendidos, que  nada tienen que envidiar a los de Madrid o capitales vecinas.
 ¡Gracias amigos! Y como hoy celebramos el aniversario de la saga Star Wars “Qué la fuerza os acompañe”. Dijo Ambrose Bierce “El futuro es ese período de tiempo en el que prosperan nuestros negocios, nuestros amigos son verdaderos y nuestra felicidad segura”.

Sirius&Pichón


4 comentarios:

  1. Como siempre tiene usted más razón que un santo. Coincido incluso con lo de la pegada, aquí en León, somos muy gallos, pero desde la jaula.

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  2. El problema minero es el siguiente, producto poco rentable, cara su extracción, sueldos altísimos y prejubilaciones de vergüenza en muchos casos, gente con 45 años prejubilada cobrando una pasta y realizando otra actividad. Y como las cuentas no salen a los empresarios mineros hay que subvencionarles la actividad, igualito que a los miles de autónomos anónimos que día a día de parten la costilla para q sus negocios salgan adelante. Y este ha sido el
    Problema de la minería, que toda la pasta recibida por los municipios mineros y empresas ha sido utilizada en fines que a la vista de los resultados, se alejaban de su objetivo, buscar una alternativa a un negocio ruinoso y que todos pagamos. Subvenciones, prejubilaciones y modernización de instalaciones. Pongan ustedes una empresa, verán cuanta ayuda reciben. Aquí como dice usted Sirius la clave ha estado en la pegada, los mineros se han encargado de demostrar hasta dónde son capaces de llegar.

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  3. Es una pena como dicen ustedes pasear por el centro, y ver locales de toda la vida con el cartelito de Se Alquila. Y estará el cartel mucho tiempo, ¿qué negocio montamos en León que nos permita pagar rentas de 2000 euros? Como sigamos así se van hasta los chinos.

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  4. Hace un tiempo coincidí con usted Sirius tomando un vino, y me hizo una observación sobre esta ciudad, le faltan habitantes, imaginación y otro sentido más empresarial y emprendedor. Leo su entrada y veo que mantiene su opinión, y a la vista de lo que acontece, creo que muy acertada. Hablamos del problema de ciudades como León, propiedad de cuatro familias. Familias ancladas en el pasado, y que por su situacion pasada y presente, carecen del mas mínimo sentido empresarial y emprendedor. El concepto prosperidad para ellos pasa por poder tomarse un vino en el Mesón del Burgo y jugar al golf en ese campo de San Miguel, y punto. Asocian muchos de ellos prosperidad a ruido, más coches y contaminación, por eso a la hora de alquilar sus locales prevalece un criterio sobre los demás, y es el económico (renta del local). Yo tambien paseo por la ciudad y veo cada día más locales vacios o cerrados. Y como usted, cada día veo más negro el futuro de León.

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