Tengo una amiga que este viernes se fue de escapada con un amigo aspirante a convertirse en su príncipe de Beukelaer. La pobre estaba como un flan con los preparativos. Y es que es normal, estas citas son cruciales y en ocasiones llegan a ser las que establecen si este encuentro será una cita más o estamos ante una auténtica Love Story. Por esta razón todo en ella debe ser cuidado al detalle, tu prestigio como hombre alfa o mujer Jessica Parker está en juego, por no hablar del coste material y afectivo.
La literatura romántica seria de Corín Tellado está repleta de ejemplos de primeras citas que fracasaron por un fin de semana planificado con el culo. Todos son dudas, que si qué ropa meto, hará bueno o lloverá, cuñas o plano, de excursión o calle, algún conjunto especial o llevo la braga faja de felpa y cuello vuelto por sí hace frío, pijama o a pelo.
Seguro que casi todos habéis pasado por una situación como esta. Conoces a una mujer u hombre, tarea no muy complicada salvo que tengas algún tipo de tara física o intelectual que te impida el acercamiento humanoide. Pasar esta prueba, la del saludo y dos besos es relativamente fácil. Luego vendrá el olisqueo típico entre primates que somos...¿Recordáis la escena de la psicóloga Zira oliendo al hombretón de Charlton Heston en el Plantea de los Simios?...sublime.
Las primeras pruebas como veis son muy fáciles. Aquí lo único que se le pide a los futuros tórtolos es que le hagan reír al otro sin parar...
¡¡Pero ojo con esto!!... Que como decía Goya, el atolondramiento de la razón a veces produce monstruos, y hay muchos a los que en este estado de gilipollez permanente, les produce gracia hasta el fallecimiento de la abuela. Y aquí acabas de cometer amigo o amiga el primer traspiés. Luego os tocará llamar para dar el pésame con voz de caraja o presentaros en el tanatorio desencajaos, como si todos los fallecidos de esa tarde fuesen familiares suyos. Para evitar este desagradable episodio procurad reír con cabeza.
Luego está el capítulo elogios o también llamado Peloteo Calixtini. Todo son elogios hacia su estilazo vistiendo, que si los pantalones pitillo que llevas en verde rana Gustavo con el abrigo Yeti blanco y negro a juego con las botas The Walking Dead te favorecen mogollón y me encantan. Que tú como ella eres súper de Berska, que el bien que le ha hecho Lefties a la humanidad, etc. etc. Y así con todo, complementos, móviles...¡¡Vamos!!...Que no hay cosa en el mundo que tenga que ver con él o ella, que no te agrade, hasta las copas.
Tú que eras el prototipo de macho alfa que bebía los cubatas de Ron con Cola de un tirón y ahora te has pasado al Trina con Limón y en paja. Por no hablar de esos bocatas de chorizo que te metías con los amigotes y ahora vas pidiendo Muffin o Cupcakes hasta de tapa con el Verdejo. Ojo con los gustos literarios y musicales, aquí la gente patina más que el embrague del Seat 127, y se pasan con el peloteo. A ti que los Iron Maiden te resultaban casi empalagosos y unos nenazas, ahora te pasas el día escuchando a su cantante preferido, Bustamente il Castrati. Y en cuanto a gustos literarios lo mismo, de leer el Marca y el As a no dejar el QMD y el Dunia ni para ir al water. Y esto viene a ser la primera fase del llamado Cortejo Calixtini.
El problema viene cuando subimos al siguiente nivel, aquí el temario empieza a ser más amplio y aquellos tórtolos no muy preparados empiezan a dar los primeros patinazos. Y a este nivel se ha enfrentado mi amiga. Viajecito de fin de semana los dos juntos. Y aquí por favor, varios aspectos importantísimos para que no acabéis llorando otra vez. Elijamos bien el destino, si a ella le da alergia el Kebak o el olor a cuero ¿Qué haces mirando Marruecos como destino?. Y si la pobre te está diciendo todo el día que estas Navidades se pasó con el lechazo y los turrones ¿Para qué miras Punta Cana?. No seas mequetrefe y por favor ten en cuenta estos mensajes. Nosotros con un bañador surfero y una camiseta Conan aunque no sepas nadar estamos disfrazaos. Pero para ellas este patinazo no tiene perdón. Y verse ante su futuro amado en bañador con siete kilos de más supondrá un trauma de consecuencias previsibles. Así que consejo, márcate un viaje de temática cultural y acertarás. Salvo que la chica sea más Choni que la Lorena de Aída o él más corto que el Baraja. Y un destino para principiantes puede ser España y si te las quieres dar de viajero trotamundos, Portugal está aquí al lado.
Tema hoteles, quien lo escoja, que lo haga bajo una premisa fundamental: Que peguéis en él. La gente suele venirse arriba ante las ofertas y fotos que aparecen en internet, escogiendo para impresionar al otro el hotel más postinero. Y hay una máxima para estas ocasiones y que sirve también para el hogar habitual “Como sea la morada así deben ser los moradores” si no corremos el riesgo de que nos confundan con el personal empleado en el hotel. Si eres más clásico que una mesa camilla no escojas uno de diseño, tendrás que preguntar por cómo se enciende la luz de la habitación, el agua de la ducha, al final quedarás ante él o ella como un ceporro integral. Y lo mismo al revés, si eres más moderno que Weiwei no se te ocurra ir de Parador u Hostal, en cuanto os vean llegar a los dos con el pelo azul, los pantalones pitillo fluorescentes y la maleta con forma de pene, pensarán que sois los artistas de alguna boda o acontecimiento.
Otro aspecto importante, informarse un poquito sobre la ciudad a la que vais, ahora con internet se abre un mundo de información al alcance de todos. Búscate un plano de la ciudad y marca en él, museos, alguna iglesia, zona de copas, tiendas, algún detalle histórico. Resultará muy triste que te pregunte tu chico o chica, por el río que atraviesa Lisboa y con cara de Koala contestes el Guadiana. O en un bar te tires el moco y pidas “un fado del tiempo” pensando que se trata de un vino típico.
Después de la prueba del paseito por la ciudad, alguna que otra copa y mil elogios, miradas, roces y piropos, llega el momento de la cena. Y en este punto quiero hacer una advertencia importante a todos aquellos futuros tortolillos. En esta cena se suelen fraguar la mayoría de los desastres. Y por qué digo esto os preguntaréis. Os recuerdo que os alojáis en un hotel, y da igual su tipología. Todos están dotados de una habitación y un baño, los que tienen más estrellas que un General de Corea del Norte pueden llegar a tener un hall de entrada. Pero baños uno y casi siempre sin ventilación o ventana.
Os voy a contar una historia que le ocurrió a una amiga mía. Se prendó del hombre más guapo del mundo mundial, todo un Adonis, guapo a rabiar. Todo era ideal, perfecto, parecían un anuncio de Tommy Hilfiger. Un día planearon irse juntos un fin de semana y la cagaron. Nada volvió a ser igual...¿Qué pasó os preguntareis?...El Adonis de turno hasta el momento cena lo bordó, pasó las fases del cortejo y con nota. Y digo hasta en el momento cena, porque a partir de aquí empezó a fraguarse el desastre. El tío comió y bebió como un vikingo, sin control.
Después llegaron las copas y se puso de Ron con Cola como un teeneger en Magaluf. Cuando subieron a la habitación como el Adonis iba con el todo incluido, desayuno, comida y cena, tuvo la imperante necesidad fisiológica de evacuarlo. Por los efectos de los alcoholes se vino arriba en todos los aspectos, tanto de sonido como de imagen y olor.
Sin reparar que a muy pocos metros y con una puerta de cristal que apenas separa espacios, estaba la que podría ser madre de sus hijos, refugio de sus penas y compañera de pasiones. Tuvieron suerte ambos que esto ocurriese antes del 11-S, si pasa hoy, se activa la alerta bacteriológica y los meten en Guantánamo para toda la vida. Creo que este caso ilustra a la perfección como una situación ideal se puede ir al traste por “una cagada” y aquí el término va que ni pintado. Si durante el día coméis y bebéis, pensad que eso al final habrá que expulsarlo, y si lo hacéis en el espacio que compartes con otra persona, salvo que el asunto huela a Ambre Sultán, estaréis muy jodidos.
Para no alargar más el sufrimiento que me produce hablar de estos temas, os doy unos consejos finales. Por favor, no cenéis de forma copiosa platos de los llamados flatulentos, carbohidratos, coliflores o grasas. Evitad las bebidas con gas. Y el café sustituidlo por un té o una manzanilla. Y si por cualquier cosa os pasáis y el apretón es inevitable, en los hoteles existen baños fuera de las habitaciones, dejad el mensaje en ellos. Subid a la habitación nuevos y dispuestos a demostrarle a vuestra pareja de lo que sois capaces, pero sobre un escenario donde lo que predomine sea el olor a incienso, ámbar y vela quemada.
Y para terminar un detalle importante, recordad que lo segundo que ha de quitarse un humano a la hora de desnudarse fuera de casa son los calcetines. Y me da igual que seáis entusiastas del Día Sin Pantalones. De poco sirve que os llevéis el mejor Victoria Secret si cometéis el error de quedaros con los pinkis puestos, esto arruinará cualquier intento de estimulación sexual.
Sólo de pensarlo se sobrecoge uno. Estos detalles que os he comentado, que a muchos os habrán producido risa y a otros pena, son más frecuentes de lo debido, frustrando ilusiones, proyectos y sueños. Evitemos empañar con actos como los descritos lo dicho por Ortega y Gasset “El amor a quien pintan ciego, es vidente y perspicaz porque el amante ve cosas que el indiferente no ve y por eso ama”.
Sirius&Pichón