viernes, 13 de marzo de 2015

The Call (La llamada)

Me han llamado de mi compañía de telefonía, y aún no he quitado ni el miedo ni el susto del cuerpo. Pocas llamadas acojonan y confunden tanto como estas.
Ahora entiendo que el amigo Verbinski se inspirase en ellas para dirigir esa magistral cinta de cine “The Ring”. Película ideal para ver solo en la casa del pueblo un viernes día 13 y a partir de la medianoche.
En el ranking de las “llamadas que provocan fobia” estas y las de las compañías de seguros, tías solteras, abuelas y el jefe ocupan  las primeras posiciones.

Los motivos para este hartazgo son varios. Para empezar, y me da igual que se llame Orange, Vodafone, Movistar o la que tiene nombre de vaquero. ¿Por qué cuando te llama una, en el mismo día te llaman las demás? Es como si entre ellas tramasen un complot para dejarte gilipollas perdido, y que al final no sepas ni lo que firmas. Luego van rotando el turno y así se distribuyen a los pobres usuarios, ya alienados y aturdidos. El Arte de la Guerra es un libro que los ejecutivos de las teleoperadoras se saben como el padre nuestro.

Otro capítulo que provoca cierta desconfianza es el del momento llamada. Yo he llegado a creer que cuentan con un sistema al estilo del  Street View de Google, pero en versión intramuros. Siempre te pillan en las situaciones más adecuadas para entablar una conversación telefónica. En un porcentaje muy alto trabajando, en otro follando, conduciendo, comprándote ropa, y aquí casi siempre en el vestuario, cuando tienes una pierna dentro del pantalón pitillo que te estás probando y la otra en territorio de nadie. Luego es muy frecuente el momento tanatorio, sala de partos, vasectomía, cena de empresa y según la asociación de tele operadoras, la situación que más portabilidades provoca, el momento excusado. 

No quiero pasar por alto el capitulo nombres de los teleoperadores. Para los que os llaméis Víctor o Andrés no perdáis el tiempo con este sector. He tenido teléfono móvil desde los tiempos del Moviline y os aseguro que jamás me ha llamado un Carlos o una Carmen. El día que lo haga uno, entre lágrimas le juraré fidelidad eterna a esa operadora. Todos o casi todos tiene nombres tan comunes como: ¡Hola buenas tardes! Me llamo Rodolfo Sacristán Oswaldo Sardiñas de Jesús y soy su asesor de telefonía de la compañía...En el Sacristán la mayoría de los mortales ya están perdidos y a su merced. Es una estrategia de libro. Mientras quieres ubicar y encasillar al susodicho, ya has firmado la portabilidad y pagado tres letras del aparato.

            

Las empresas de telefonía han tenido que invertir ingentes cantidades de dinero para detectar todas estas situaciones y conseguir la máxima eficacia en cada llamada. La gente ha desarrollado un sistema defensivo tan eficaz que cada vez les cuesta más mantener una conversación fluida, breve y fructífera que supere las dos horas de duración.
El usuario en el capítulo objeciones y excusas ha evolucionado a una velocidad increíble, lo comenté cuando hablamos de las cenas de empresas. Desde el típico tío con un vozarrón Clint Eastwood que le dice a la operadora: <Mis padres no están, han salido y tardarán> a los típicos graciosilllos que se fliparon con el agente  Winslow “ruidos” de Loca Academia de Policía y, cada vez que les llaman desde un número que no tienen controlado, disparan su batería de sirenas, gritos, llantos, gemidos y demás. Estos últimos no suelen fallar en las listas GTMC “gilipollas de tarifa más cara” de las compañías. Con el tema excusado, un poquito de seriedad por favor, si saben que estamos en ese momento íntimo y personal, en ese vis a vis entre Roca y nosotros, nuestro Telva del mes y nosotros ¿Para qué nos llaman? Para que al final en el fragor de la conversación confundamos el móvil con el rollo scottex, con el consiguiente engorro y cabreo al verte la cara en el espejo.  

De todos modos, aunque los usuarios se lo ponemos difícil, ellos tampoco hacen mucho por la labor. Cuando me llamaron desde Orange, la pobre operadora no pudo empezar peor: -Señor Sirius, tiene usted la tarifa Ballena y nos gustaría hacerle una oferta ¿A quien le gusta que un miércoles a las doce del mediodía le llamen Ballena? A nadie. Esta señorita pilla con una maruja en plena sesión de Fitness y con el primer bocinazo la tienen que ingresar por perforación completa del sistema auditivo, membrana timpánica, martillo, yunque, estribo, caballo, jinete y trompa del  Eustaquio. 
No se puede abordar a un cliente de esta manera, o cambiamos las denominación de las tarifas o seamos más finos a la hora de entrar en línea. Los de Orange parecen una sucursal de Cabarceno: Ardillas, Tucanes, Delfínes. Los de Vodafone ni te cuento, sus tarifas parecen diseñadas por el primo del Fiti “Vodafone Smart 4 Turbo” ¿Pero qué denominación es está? Estamos tontos o qué. Para eso los finos de Movistar que no se han complicado la vida y las llaman “Vive” que ya nos encargaremos nosotros de apretarte con los minutos y los datos. El resto de operadoras tienen nombres un pelin más modernos y acordes con la filosofía informal y despeinada que pretender vendernos “Navega un montón” “La del Cero”.

Una vez pasado el susto por la entrada en Ballena, llega la hora de la explicación de las tarifas, tan clara y concisa que si no tienes un Máster y dos postgrado no te enteras de nada. Entre los precios de llamadas, establecimientos, tarifa de datos, amortizaciones de terminales y descuentos promocionales hay gente que ve una factura de telefonía y convulsiona como la niña del exorcista. Las facturas de algunas compañías y no cito nombres, son tan enigmáticas e indescifrables como los Manuscritos Voynich o los Símbolos de Rongo Rongo. Iker Jiménez ha querido hacer un especial facturas de telefonía y luz pero no ha encontrado expertos capaces de descifrar tales enigmas.
Porque si las de telefonía tienen su miga, las de la luz, ni te cuento. Y lo más paradójico del caso es que una de las compañías eléctricas que opera en nuestro país, dispone de un código ético que recoge valores como la profesionalidad, la transparencia y el respeto al cliente ¡Ver para creer! Algún día les tocará a ellos, hoy estamos de telecos.

Para terminar, España está entre los peores países de Europa en grado de satisfacción con la telefonía móvil e internet, sacando las peores calificaciones en atención al cliente cuando hay problemas y en facturación. Afortunadamente el mercado se va abriendo, la llegada de las OMV (operadoras móviles virtuales) y sus estrategias agresivas han conseguido que las grandes operadoras mejoren sus servicios y tarifas. Actualmente amigos la oferta para el usuario es grande, simplemente apliquen aquello que dijo Manuel Colón "Busque, compare y si encuentra algo mejor porte" o aquello menos marketiniano que dijo Anaxágoras "Si me engañas una vez, tuya es la culpa, si me engañas dos, es mía"

Sirius&Pichón




9 comentarios:

  1. Han sido ustedes muy blandos, con tanto Grey y Whitney se están descafeinando. Los,operadores de telefonia son todos unos jetas, me da igual Orange, Movistar, Y los de Vadofone ni te cuento. Caros, cada vez peores coberturas. Para darte de alta todo son facilidades pero joder para darte de baja, mil llamadas y a 902 que son de pago. Unos JETAS.

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  2. Con el tema nombres a vuelto usted a clavarlo. Me he divertido. Coincido con el anterior comentario, son unos canta mañanas, da igual lo que contrates luego te llega lo que quieren.

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  3. En su anterior post Sirius pedía comentarios negativos, críticas como dice usted "curradas", he leído su post sobre las llamadas y créame que he disfrutado leyéndolo, es una fotografía perfecta del moemnto que todo hemos vivido con las compañías de telefonía. La única critica que puede hacerle es que no escriba con más frecuencia.

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  4. Muy bueno Sirius. Trabajo en una compañía de telefonía y están los compañeros "engorilaos" como dices tú. ¿quién es ese cabrón de Sirius? tienen pegado en sus ordenadores. Eres un crack.

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  5. Soy el de antes, espero que la entrada para el día del padre esté a la altura de la del día de la mujer o tendrás a todo el colectivo teleoperador buscándote.

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  6. El post es muy bueno. No obstante, he visto que todo el mundo felicita a Sirius y nadie a Pichón, ¿ Realmente creen que importa más el fondo que la forma? NO lo creo!!Y si no, consulten a profesionales de la publicidad y el marketing a ver que opinan. ENHORABUENA también a Pichón por el blog.
    En cuanto al contenido, estoy totalmente de acuerdo pero considero que se ha hecho solamente desde la perspectiva del cliente sin tener en cuenta que ser "teleoperador" no es un trabajo que se elige ni el desgaste psicológico que supone. He leído que los operadores de telefonía son unos jetas. Sinceramente no creo que el tal Roswaldo Jose Aritzmendi del Castillo con un contrato de trabajo basura y un sueldo precario quiera engañarle... En todo caso, lo querrán sus jefes. Asi que sólo les pido que tengan un poquito de paciencia y si no les interesa, se lo digan amablemente.

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    1. Estoy totalmente de acuerdo con el anónimo del comentario anterior. Las condiciones en las que trabajan estos chicos en muchas ocasiones distan mucho de ser las ideales. Sin entrar en salarios o condiciones de trabajo que considero que en este país son mediocres para casi todos los trabajadores. Pero eso no quita para que desempeñen su trabajo con honradez y sin trampas, mereciendo ser tratados con el máximo respeto.
      SiriusyPichón somos un tándem perfecto, tanto monta monta tanto...

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  7. Por desgracia en estos trabajos donde las presiones son frecuentes es muy fácil rebasar la linea que separa lo correcto de lo incorrecto. Tengo que cumplir mis objetivos, y si no voy bien, a cualquier precio. He trabajado en alguna empresa de este tipo y créanme que lo que les cuento es del todo cierto. Pero no son mejores otros sectores, la banca, el comercio e incluso los notarios, de los que habló usted en una de sus primeras entradas.

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  8. Qué razón tienes Raul, trabajar bajo presión es lo peor que te puede pasar. Que te midan a cada minuto y en función de eso así te paguen. Yo he trabajado en el sector seguros y es parecido. Vender y vender para cobrar una mísera comision. Y como decías con los notarios, cuantos abogados hay que por una minuta defienden lo indefendible o asesores fiscales que se pasan una deducción, dentistas que te ponen una endodoncia que te dura dos días o mecanismos que te colocan una pieza de segunda por nueva. Espero Sirius que te acuerdes de todos estos y seas igual de letal con ellos.

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