jueves, 13 de noviembre de 2014

Panem et Circenses

Ayer tomándome mi té de la tarde coincidí con una persona que prepara su tesis sobre Fortificaciones Romanas. Un tema que como amante del mundo grecorromano me parece de lo más interesante. Ya he dicho en muchas ocasiones que Grecia y Roma son la cuna o el origen de casi todo lo que hacemos, construcciones, leyes, costumbres, pecados capitales, vicios y corruptelas. Veo que incluso se han mantenido las formas de entretenenimiento. Y aquí quiero llegar. 
Panem et Circenses "pan y circo" se decía en la antigua Roma.  Los políticos romanos utilizaron este método para ganarse el favor de un pueblo aburrido, sin futuro, hambriento, harto de penurias, desocupados y fácilmente manipulables. Recurrieron al Vasilus de turno para que con sus técnicas de manipulación mediáticas, un circo sin payasos ni trapecistas y un chusco de pan, consiguiese que la gente fuese feliz. Al pueblo de repente le daban igual sus penurias, los amoríos de Marco Antonio, los desmanes de Calígula, que los senadores se perdiesen con la Venus y el Dionisio. Ellos con su tarde de circo y pan eran felices.
Han pasado los siglos y el sentido de la frase sigue vigente. Actualmente al pueblo se le sigue dando Panem et Circenses con el mismo fin, olvidarse de las corruptelas, tasas de paro, 9N y demás. El asunto eso si, se ha sofisticado un poco culinariamente hablando. Ahora el pan se ha cambiado por jornadas de degustación de la cecina de chivo, de la carne de avestruz salvaje, de la castaña pilonga, del puerro, de los vinos de aquí, de los de allí. Y en todas ellas siempre están los mismos personajes. Por un lado ejerciendo de emperadores romanos los políticos de turno, tragando sin parar y rodeados por su corte de palmeros, pelotas y patricios. Y luego está el pueblo, representado casi siempre en la figura del jubilado. Que corre de un stand a otro buscando esa bandeja de cecina, chorizo, lomo, panceta, y si pusiésemos frenillo de mono salvaje del Senegal, se lo tragarían también. Qué máquinas unos y otros. 
No me digáis qué esto no se asemeja a un circo romano, tenemos emperadores y plebe, tan solo faltan los gladiadores y los pobres cristianos...¡¡Bueno!!... En este caso podrían hacer de cristianos los sufridos empresarios, que ven como la velocidad de corte para las bandejas de muestra, supera con creces a la de marcado de caja registradora. Si esto no es un circo, que baje Juvenal y lo vea. Los métodos de idiotización se han sofisticado un poco, hemos pasado del circo romano al Sálvame de Luxe, de la hoguera de Torquemada a la final de la Champion, de la Justas Medievales a la Ferias Multisectoriales, pero la finalidad como dice Chomsky sigue siendo la misma. Idiotiza que algo queda.
Sirius&Pichón 

1 comentario:

  1. Buenísima la entrada. Tu capacidad para ver, enlazar y trasladar me encata.

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