Si mirásemos en cualquier libro o manual lo que nos reporta la música encontraríamos frases como estas:
• La música tiene una gran importancia para acallar la violencia. Es un paréntesis de paz dentro de la agitación de nuestros días. (J. Cortázar)
• La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo. (Platón.- Filósofo griego)
• Sin música, la vida sería un error. (F. Nietzsche.- Filósofo alemán)
• La música es el corazón de la vida. Por ella habla el amor y todo es hermoso, sin ella no hay bien posible. (F. Listz.- Compositor y pianista)
• En verdad, si no fuera por la música, habría más razones para volverse loco (P. Tchaikovski.- Compositor y violinista)
• El que escucha música siente que su soledad se puebla. (A. Huxley.- Escritor inglés)
El por qué de esta introducción se preguntarán, la respuesta es muy sencilla. Ayer tuve la oportunidad de disfrutar del concierto que nos ofreció la Joven Orquesta Leonesa y les puedo asegurar que sentí muchas de las cosas que acabo de escribir. Su actuación estuvo magistral, cargada de espíritu de sacrificio, de responsabilidad, de ganas de hacer las cosas bien. Sin apenas tiempo para ensayar, estos chicos nos volvieron a deleitar con sus habilidades musicales y lo hicieron como los grandes, como lo haría cualquier Orquesta Sinfónica del mundo.
En la primera parte del programa el Cuarto Movimiento “Sarabande” de la Suite en re menor de Haendel nos puso los pelos como escarpias. Estos chicos hicieron que afloraran todos nuestros sentimientos. Hasta el mismísimo Stanley Kubrick, enamorado de esta pieza y que utilizó como banda sonora en su magistral película Barry Lyndon, se sentiría orgulloso escuchando la magnifica interpretación de los chicos de la JOL.
En la segunda parte la orquesta montó sobre el escenario todo un mercado de Bagdad, con sus camelleros, mendigos, una bella princesa, malabaristas, encantadores de serpientes, hasta el Califa desfiló. De nuevo en esta pieza volvieron a poner toda su fuerza y su garra, sus ganas de demostrar su prometedor talento.
En definitiva amigos, que ayer en el Auditorio se vivió una noche mágica, llena de ilusión, melodía, armonía, de voces como las de los niños del coro “Ciudad de León” que acompañaron a la orquesta en esta maravillosa pieza. Una noche de arte, de paz dentro de un mundo de agitación como dijo Cortázar. Ayer estos chicos consiguieron que los corazones de todos los asistentes a su concierto se llenasen de paz y buenos sentimientos.
Como ya dije en otra entrada de nuestro Blog, los leoneses tenemos el deber y la obligación de apoyar una iniciativa como esta, de prestarle todo nuestro apoyo. Primero acudiendo como lo hicimos ayer a sus conciertos y segundo económicamente haciéndonos socios, pagando esa cuota que seguro no desestabiliza ninguna economía por maltrecha que esté. A cambio conseguiremos algo que no tiene precio, la felicidad que nos reporta un momento de buena música.
Los chicos nos han demostrado con su música de todo lo que son capaces. Démosles con nuestro apoyo el premio y el reconocimiento que merecen.
Para terminar, me gustaría darle las gracias a Doña Margarita Moráis, a los profesores David de la Varga y Raúl Sancho, a la Directora de Orquesta Georgina Sánchez. Las ganas que le están poniendo a este proyecto se ven sobre el escenario. ¡Gracias amigos!.
Sirius&Pichón
"La música es sinónimo de libertad, de tocar lo que quieras como quieras siempre que sea bueno y tenga pasión, que la música sea el alimento del amor" Kurt Cobain
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