jueves, 2 de octubre de 2014

Botillos al sprint

Hoy me gustaría hablar de un acontecimiento que hemos tenido en nuestra provincia y de un alcance mundial, pero que como siempre se ha vendido "Con el C: "en anatomía, conjunto de dos nalgas". 
Durante la semana del 21 al 27 de septiembre se ha celebrado en la ciudad de Ponferrada el mundial de ciclismo. Mundial que se pudo disfrutar y ver a través de la cadena tele deporte "tdp", que ahora que salimos de la crisis, y ya no hace falta tanto deporte ni circo, tiene los días contados. Que nos ha mantenido informados con sus especiales a pie de pista y emisión de pruebas. Y que si no hubiese sido por ella, pocos españoles se hubiesen enterado de que en Ponferrada, capital Templaría, segunda ciudad de la provincia de León, se estaba celebrando un acontecimiento deportivo de esta dimensión. Y si preguntásemos en León y provincia, probablemente el 75% de los encuestados tendrian problemas para situar Ponferrada, y si les hablamos del mundial de ciclismo, alguno flipa en colores. No hagamos la prueba por favor, me sabría mal acertar.
Y cómo siempre, me pregunto: ¿Qué hubiese costado llenar la ciudad de carteles anunciándolo?. En sus entradas, salidas, antes y durante el mundial. Y no sólo en León, sino en las ciudades del entorno, Valladolid, Burgos e incluso Madrid. Ponferrada los tiene, y en televisión los he visto, pero, ¿Y aquí? ¿En la Capital de la Provincia?. Nada de nada. No sea que la gente se entere. E incluso voy más allá, ya de metidos en gastos. ¿Dónde está esa mascota?. No hay acontecimiento que se precie, que no tenga su mascota. Quien no recuerda a Misha, el Cobi de Mariscal, Hodori, y nuestro Naranjito, aún hoy vivo en la camiseta de muchos deportistas. Y se me ocurren mil para este Mundial de Ciclismo: Templarin o Templador, Botillin, Castañin. Anda qué no hubiese llamado la atención un Botillo metido en un maillot  amarillo paseando en bici por las calles de León, Ponferrada o Madrid. Hubiesemos sido Trending Topic en redes sociales hasta Navidad. Pateando la ciudad, aún llena de turista tardíos, y ejerciendo las labores intrínsecas al trabajo de mascota, gracietas, saltos y malabarismo. No habrá gente dispuesta en el Inem, para un trabajo de este tipo, sin apenas exigencia formativa ni lingüística, que con un bachiller podría desarrollar sin problemas. Pero na de na. El terror en forma de Sleepy Carajo ha vuelto a hacer acto de presencia en la provincia de León. Y menos mal, que los autobuses de los distintos equipos, apenas rotulados, aparcados en frente de sus hoteles de concentración, nos recordaban que en Ponferrada se celebraba un Mundial.  Y he aquí un ejemplo claro de como se vende un producto. Y esto mis queridos amigos de la organización, es lo que deberíamos haber hecho nosotros, rotularnos y bien, para que todos aquellos turistas de visita en León, Burgos o Madrid, supiesen que a no muchos kilómetros de allí, se estaba disputando un campeonato del mundo de ciclismo, en él que estaban compitiendo las máximas figuras mundiales de este deporte. 
Y como dije al principio, nos vendemos mal y anunciamos peor. Tenemos arte para repartir, riqueza paisajista para aburrir, pero para qué vamos a promorcionarlo, no sea que se nos llene la provincia de gente. 
El domingo acabó el mundial con su prueba reina, aquella que le da al ganador la posesión del Maillot Arcoiris. También empezaron en León las fiestas de San Froilán. Si sumamos la población de las dos ciudades, somos 200.000 gatos escasos, y si los repartimos, tal vez resultemos pocos para tanto acontecimiento. Y ya saben ustedes aquello de que "aquí cada perro que lama su...". Los de León que se me queden aquí, y a los de Ponferrada, que no se les ocurra atravesar el Manzanal. 
He leído en la prensa que los datos son buenos, la organización ha estado perfecta, así como el plan de movilidad y seguridad, y enhorabuena para los responsables de este capítulo. Ponferrada se llenó de gente en la última jornada, Valverde ganó una medalla, aunque el hijo de Polonia de apellido sin Kas "Kwiatkowski" le arrebató el oro. Melendi y Bisbal llenaron, como lo hizo la orquesta Panorama. En definitiva, que el mundial fue musicalmente hablando un triunfo, deportivamente también, organizativamente lo mismo, económicamente hay varias lecturas, para unos fue un regalo y para los alejados de las zonas de competición, gradas y lugares de alojamiento de los equipos, un acontecimiento más. Pero fallamos amigos míos en lo de siempre. Ponferrada es un poquito más conocida en el mundo, pero desde mi punto de vista, podría serlo aún más, si se hubiesen explotado los recursos que existen para ello, este mundial era la oportunidad de oro. Pero una vez más, nos han ganado al sprint.
Sirius&Pichón

2 comentarios:

  1. Joaquín Fernández3 de octubre de 2014, 10:57

    Tenéis más razón que un santo. Preguntad en Ponferrada por los beneficios del Mundial. Una pena. Lo de la mascota por lo menos le hubiese puesto algo de chispa.

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  2. Divertida manera de criticar lo criticable, y elogiar lo elogiable. Está bien el artículo

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