Atentos chicos porque hoy hemos decidido Pichón y yo salir de vinos. Necesitamos desconectar y tomarnos nuestra dosis de risa y buen rollo. No existe mejor remedio para curar todo tipo de males, prevenir arrugas, quemar verrugas, caídas capilares, gatillazos, dolores de espalda, depresiones, menstruaciones salvajes, etc.
Cómo ha cambiado el tema del vino. Os acordáis de aquellas jornadas lúdico-festivas por el Húmedo sin ninguna formación ni master enológico. Tù llegabas a un bar, pedías un vino y el hombre te entendía a la primera. Te servían un líquido que llamaban vino en un vaso fino de 15 cms de grosor, sin añada, marca, denominación, uva, pero qué bueno estaba, te bebias tres y perdías el conocimiento, con cuatro reloj, novia/o y hasta el pelo.
Ahora quien es el guapo que se va a pedir un vino sin una preparación adecuada. La gente ha tomado conciencia de ello, y poco a poco se ha ido formando, ya cogemos la copa correctamente, porque ahora es copa no vaso, sabemos que el maridaje no es una maniobra náutica, el decantado, la gota, el vino de hielo, las catas a ciegas, que algún día os hablaré de ellas. Ahora los bares se llaman vinotecas, cuando entras lo primero que te hace el camarero es un estudio de tu perfil formativo y económico, como no des la talla, botellin de Mahou o descafeinado. Si te ve preparado, empieza con la batería de preguntas: variedad, denominación, añada, tipo de uva, precio. Mucha gente ante esta prueba oral salen corriendo o hacen la pregunta del millón con cara de cordero degollado: ¿tenéis de la casa?. Jamás preguntéis esto en una vinoteca, peor que pedirlo con Casera o la Pitusa, te ganas un enemigo para toda la vida. Ya os contaremos.
Sirius&Pichón
Hola chicos. Ayer salimos y nos gustó lo que vimos. Una mezcolanza original y divertida de estilos, unos de Halloween, otros de invierno, alguno en manga corta, y muchos de normales. El ambiente era bueno, en los bares había gente y en la calle también. Echamos de menos algo de terror o miedo.
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